Road trip con Martí y nuevas aventuras

Martí y yo nos hemos ido de ‘road trip’. Por Andalucía. Atravesando la Península de norte a sur. Nuestro primer ‘road trip’ sin Virginia. Y el primero de muchos.

Martí es un compañero de viaje excelente. A veces nos olvidamos de cómo de capaces son los niños. Si les permitimos ser partícipes de lo que hacemos, ya sea organizar un viaje, cocinar o poner la comida a los perros, el equipo que podemos formar padre/madre e hij@ se vuelve divertido, respetuoso y nos permite soltar un poco de ese control constante que sin querer automatizamos los adultos. Cuesta soltar control. En el fondo nos da miedo. Que caiga el plato que lleva el niño y se rompa, o que haga algo imprevisible que nos haga salir de nuestras casillas. Pero en el fondo, si abrazamos esa imprevisibilidad, la vida se vuelve más ligera, agradable. Permitimos a l@s niñ@s construir su confianza en ellos mismos, y a nosotros nos deja relajarnos y gozar más de la convivencia y de la situación.

¿Os sucede a vosotros que, a veces, lo que llamamos crianza o educación de nuestr@s hij@s se vuelve agotador? Lo que nos agota es ejercer un control constante. Controlar es estar en tensión. Nuestros músculos y nuestros sentidos están activados en modo de alerta, y eso no lo podemos mantener mucho tiempo sin drenar nuestra energía o bien explotar para descargar la tensión. Yo os propongo mantener la atención despierta, sin tensión, un ‘control relajado’ le llamo yo. Similar al que tiene un tenista cuando se dispone a sacar. Fijaros en los tenistas cuando están ‘en flow’. Observándolos se puede aprender mucho sobre los beneficios de estar presentes y mantener un control relajado. También podemos observar en ellos el precio de tensarnos en cuerpo y mente (cuando juegas a tenis y piensas en el punto anterior, es prácticamente seguro que vas a perder el siguiente). La clave está en poner atención a lo que está sucediendo ahora:

1. Qué veo con mis ojos, mirando con detalle

2. Qué escucho con mis oídos, lejos y cerca de mí

3. Qué percibo con el tacto de mis manos, con la planta de los pies, con mi piel

4. Qué me estoy diciendo en mi cabeza, cuáles son los pensamientos que están de fondo

5. Cómo entra y sale el aire de mi nariz y cómo hincha mi barriga o mi pecho

Podéis probarlo con estos 5 durante un rato. Cuando se aprende y se pone en práctica con frecuencia, se puede volver más divertido intercambiándolo con otros más. A este proceso yo le llamo generar una ‘transformación inclusiva’ (inclusiva porque nos dejamos de pelear con lo que sentimos) de cómo experimentamos la realidad. Para crear calma y ese ‘flow’ del que os hablaba antes.

Regresando a Andalucía, la verdad es que fueron unas vacaciones maravillosas. Visitamos a la familia de Virginia y nos encantó compartir con ellos. Son una gente fabulosa. Nos sentimos como en casa. Hicimos un ritual para enterrar parte de las cenizas de Virginia al lado de un olivo, donde están también las de su padre. Compartimos historias de otros tiempos, comidas deliciosas, caminatas entre olivos y albercas refrescantes. Nos dio tiempo también para visitar a dos grandes amigos que viven por la zona. Y fue una buena preparación para los viajes que Martí y yo tenemos planificados para este otoño e invierno. Preparaos porque os hablaremos de ellos. ‘Martí & Sergi on the road!’ (o ‘on the plane’ cuando esté más lejos).

Viajar es maravilloso. Hacerlo padre e hijo es una suerte, un reto y un aprendizaje precioso en la crianza y camino de vida compartido con un hijo.

Llevo un tiempo en que percibo, en la nueva realidad de mi vida, a Virginia como a una alma hermana, una alma amiga, con quien tuve la fortuna de compartir una parte tan importante y apreciada de mi vida, de nuestra vida, como es hacernos adultos y tener y criar a un hijo con amor. La tengo y la tenemos siempre presente. Y me siento afortunado de haberme enamorado de ella y de haber vivido tiempo y aventuras excepcionalmente felices. Para ti van también nuestras nuevas aventuras con Martí, mi amor.

Abrazos y amor para tod@s.

Sergi